Foto por Jordi.Matorell |
Y es el todavía que a veces me salva y a veces me inquieta, es una palabra que puede volverse en tu contra fácilmente ¿Todavía estás aquí? ¿Todavía no lo haces? y también es una palabra que puedes fácilmente usar para cuando las cosas no están saliendo como quieres: No me he ido, todavía. No me alcanza, todavía.
Ese todavía al final de la expresión es esa rebeldía que aún pareciendo vencido debajo del sable, sin barco, sin oportunidad, puede erguirse el todavía como una bandera de esperanza y de rebeldía contra las circunstancias.
Imagino muy claro a Odiseo diciéndose a si mismo ¿Ya estás en Ítaca? No, todavía.
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