Día 11
Después de una noche difícil para conciliar el sueño entre tantas voces, tantos sueños y tantos miedo. Ahora he reunido a mi tripulación para informarles de nuestro itinerario.
Admito que no contamos con una nave lo suficientemente robusta, que en este momento puede parecer pequeña, pero ha sido noble y nos ha soportado como un buen barco.
No les prometo una travesía fácil, estaremos entrando en el mar del cambio, habrá confusión, habrá inestabilidad y en algunos momentos es probable que estemos abrumados.
Pero si les prometo un destino distinto al que tenemos actualmente, que aunque estamos en aguas calmas no nos llevará a lo que queremos. Vale la pena salir del puerto seguro, porque tendremos al menos la oportunidad de alcanzar una mejor playa.
Y sólo espero que el miedo me sirva para lo único que sirve, para mantenerme vivo y cuerdo.
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